La Importancia de Salvar un Diente
La cara y la boca tienen un significado psicológico profundo para la persona. Durante la infancia, la boca, es la fuente principal de placer y reviste una gran importancia en la expresión del amor, los deseos, los miedos y el enojo. Los requerimientos estéticos de la sociedad actual exigen una presentación armoniosa en el mundo laboral, social y familiar. Por ello, el rostro adquiere una relevancia importante.
La pérdida de una pieza dentaria (extracción) constituye un trauma o schock emocional que deja una impresión duradera en el subconsciente. El daño provocado altera en la boca funciones fisiológicas de nutrición y respiración. La gente suele alarmarse cuando el dolor dificulta la alimentación puesto que la boca es la única fuente a través de la cual se hace el intercambio de oxígeno y consumo de alimentos. Muchas veces sus secuelas impiden a la persona sonreír, uno de los hábitos sociales más cálidos y bellos, afectando seriamente la masticación, el acto de tragar, la fonética, la comunicación verbal y la capacidad de relacionarse adecuadamente. En este sentido, la persona disminuye su autoestima, bienestar y calidad de vida.
Según la Organización Mundial de la Salud (O.M.S) , la salud, no es solamente la ausencia de enfermedad, además es un completo bienestar físico, síquico y mental. De ahí el popular término "mente sana, cuerpo sano". La odontología es la rama de la medicina que se preocupa de la salud buco dental y en un concepto más amplio y moderno de la estomatología (cara y cuello).
Para prevenir todas las molestias y angustias que pueden provocar los dolores dentales se recomienda visitar al odontólogo por lo menos cada seis meses para hacer un examen clínico general en la boca y diagnosticar las enfermedades de los tejidos blandos (encías), duros (caries) y la oclusión (mordida). El agente causal más importante de las caries y enfermedades de las encías (gingivitis) y hueso alveolar (paradentitis) es la placa bacteriana, la cual es invisible a simple vista y se está formando en todo momento en la cavidad bucal con la saliva y la ingesta alimenticia.
Existen métodos preventivos para evitar o disminuir la formación de la placa bacteriana a través de la enseñanza de hábitos como técnicas de cepillado, fluoraciones y uso de sellantes que son muy aceptados por los pacientes ya que son agradables ,de bajo costo y respetan la integridad del diente. Vale la pena recordar que la caries es una enfermedad infecto contagiosa progresiva e irreversible a menos que sea tratada a tiempo con las obturaciones (tapaduras).
La Endodoncia, más conocida como "Tratamiento de Conductos" es una especialidad de post grado eminentemente conservadora que permite mantener el máximo posible sus piezas dentarias en boca, evitando las extracciones que provocan problemas estéticos, funcionales y psicológicos. Es importante destacar que la mayoría de las piezas dentarias se pueden "salvar" aunque presenten grandes caries, destrucciones coronarias, traumatismos o se encuentren al estado de raíz. Esta especialidad odontológica se ocupa de la etiología(causas), diagnóstico, prevención y tratamiento de las enfermedades de la pulpa dental y sus complicaciones. El significado de la palabra Endodoncia proviene del griego "éndon", "dentro"; odóus , odontos que corresponde a diente. La terminación "ia" que significa acción y condición.
El motivo más frecuente de consulta es el dolor agudo en una pieza dentaria o aumento de volumen por una caries muy profunda o penetrante. En varias ocasiones se produce la irradiación del dolor a otras piezas, el oído u otros tejidos faciales, por lo que es necesario hacer un diagnóstico diferencial. Existen dos tipos de dolores: los provocados por frío, calor, dulce, ácido, salado, aire y los dolores espontáneos que son generalmente pulsátiles y permanentes. Este último tipo de dolor irremediablemente conduce a un tratamiento de conducto. En cambio, los primeros, pueden ser aliviados con curaciones para intentar recuperar el estado inflamatorio de la pulpa y, en este caso, evitar un tratamiento de conducto.
Muchas veces la realidad es distinta: existen millones de personas en el mundo que evitan visitar al dentista por temor a pesar de tener problemas odontológicos evidentes. Una encuesta científica especialmente diseñada a un grupo de trescientos pacientes con el fin de comprender mejor este problema arrojó un sorprendente resultado. Más del 92% de los pacientes siente temor al visitar al dentista. Los motivos principales son: temor a la máquina por ruidos molestos (75%) a la anestesia (41,6%) al dolor (25%) y otros 8,3%. Entre estos últimos, los más importantes son: los traumas derivados de la infancia por atenciones odontológicas inadecuadas, temor a lo desconocido, al profesional mismo (calidad, experiencia, seguridad y delicadeza), al costo del tratamiento, al agua y al aire que tira la jeringa, a los instrumentos en general, a la sola idea de visitar al dentista, a no tener anestesiada la pieza a tratar, al olor de la clínica, al derrame de anestesia en la boca, a que le toquen el nervio, a la sangre y a contraer alguna infección. La mayoría de los pacientes manifestó más de un temor, razón por la cual la suma de los porcentajes sobrepasa el 100%
Es fundamental manejar el temor del paciente y aplicar un método de relajación para que el tratamiento se pueda llevar a cabo sin problemas y en un ambiente cordial y seguro, utilizando todo el arte, la ciencia y la técnica aplicada al objetivo final: mejorar el pronóstico de la pieza dentaria. El paciente debe contar con una información básica de su tratamiento ya sea apoyado por lectura informativa, gráfica, audiovisual y/ o mediante la explicación directa del dentista tratante. Una buena comunicación entre el profesional y el paciente ayuda mucho y permite contar con su comprensión y colaboración que es indispensable.
Toda endodoncia necesita, por lo menos, tres radiografías para garantizar la seguridad del tratamiento. La radiografía inicial permite estudiar la anatomía, forma, tamaño y dificultades del conducto. La segunda radiografía, medir la longitud real del diente y la tercera, verificar y controlar el éxito del tratamiento.
El tratamiento de conducto es sólo una parte del tratamiento integral de la pieza dentaria. Una vez finalizada esta etapa hay que evaluar qué tipo de obturación o rehabilitación se necesita para devolver en la mejor forma posible la estética y la función perdida.
El endodoncista requiere amplios y profundos conocimientos, tanto teóricos como prácticos de anatomía dentaria, morfología de los conductos radiculares, radiología, histología y fisiología de la pulpa, bactereología, anatomopatología, farmacología, terapéutica, cirugía bucal y anestesiología, además de habilidad personal, destreza y motricidad fina tactil.
Salvar un diente es algo maravilloso que produce entre el profesional y el paciente la satisfacción de un "logro compartido", le da sentido a la especialidad y provoca una agradable sensación de misión cumplida.
UNIVERSIDAD DE CHILE - COLEGIO DE DENTISTAS - LOMA LINDA UNIVERSITY
DR. Vladimir Glasinovic S Cirujano Dentista, Especialista en Endodoncia
Director del Instituto de Endodoncia.